20 noviembre 2015

9. Crónicas de Fusang (II)

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LA NUEVA FUSANG



La travesía

Salieron finalmente del puerto de Shanghai y hasta llegar a la tierra de Fusang ocurrieron muchas cosas durante el trayecto. Tardaron nueve meses en llegar. Fueron ayudados por la corriente del Pacífico -la corriente de Kuroshio-, los sufridos remeros y el viento que insuflaba las velas.

Se guiaron de las estrellas y los astros que los astrólogos escudriñaban en el firmamento y seguían el vuelo de los pájaros cuando los veían. Al final, hubieron de aplicar la ley del mar y el propio Hui Shen se vio obligado a matar a un hombre para defender su vida. A bordo, expertos marinos usaron todo tipo de trucos para ayudar: como el empleo del caucho que los polinesios usaban en sus canoas o te pukes. Llegaron extenuados y exhaustos a tierra. Muchos murieron. El capitán escondió el barco y lo camufló en un espeso y tupido manglar. Los enfermos permanecieron acampados en la orilla esperándolos. Cuando el capitán regresó con lo que quedaba de la tripulación muchos ya habían muerto (...)

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